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  • 20.05.2020

Docencia: la nueva vía mixta

Como jefa de estudios, siempre he pensado que enseñar no consiste solo en acertar con el contenido del plan de estudios e impartir conocimientos; se trata también de animar a los niños a que piensen por sí mismos fomentando su conciencia de su propia vida y transmitiéndoles las competencias que necesitan para desenvolverse en distintas situaciones. Siempre he sentido que los procesos escolares habituales no debían ser tan rígidos. Hasta que los niños no pasan tiempo de más holgazaneando, ¿cómo van a darse cuenta del poder de la disciplina y el compromiso?

Las medidas de confinamiento asociadas a la pandemia de COVID-19 han sido una verdadera ayuda para responder a una pregunta a la que llevaba tiempo dando vueltas: “¿Es realmente necesario confinar el aprendizaje y la enseñanza a las cuatro paredes de un aula?”. Resulta que la nueva respuesta en esta situación es “radicalmente, no”. Gracias a la tecnología, el extenso planeta que habitamos está al alcance de las manos, la presencia física apenas importa. Lo que realmente cuenta es disponer de las herramientas adecuadas y el enfoque oportuno para utilizarlas.

 Recuerdo que en 2008 leí que se estaba realizando una cantidad de trabajo considerable para facilitar el acceso a la tecnología, y que en el futuro los dispositivos serían fáciles de utilizar y autodidácticos. Hasta que comenzó el confinamiento no me había dado cuenta de que ese mundo ya estaba aquí. En pocos días, aprendí a utilizar y controlar Zoom, Jitsy, Microsoft Team, Google Hangouts y muchas otras plataformas. ¡El mundo electrónico se ha convertido en la nueva realidad!

En cosa de una semana, estaba enseñando a mis estudiantes cómo utilizar una aplicación. Recibí capacitación formal de diversos organismos, pero, fundamentalmente, aprendí a través del método de ensayo y error. Al principio no fue fácil sobrevivir en modo electrónico (modo virtual o en línea), sin embargo, pasados unos días, podía ver que la tecnología funciona casi siempre, pese a que de vez en cuando haya perturbaciones, distracciones virtuales y problemas de audio o vídeo. Mi primera impresión fue que el nuevo modo de enseñanza ofrecía una vía de comunicación unidireccional, pero no tardé en darme cuenta de que las sesiones podían ser muy animadas si añadía opciones de votación, encuestas y vídeos. La tecnología me dejó asombrada, porque en las escuelas rurales simplemente no podemos permitirnos introducir tanta variedad.

Durante los primeros días, era más que nada un juego y registraba una asistencia alta de los estudiantes, pero pronto empecé a notar que esta decaía y se acababa el entusiasmo de la novedad. Me decía que las razones podían ser múltiples, como los problemas con la conexión de red; o que los estudiantes no recibían el sonido; o que estaban ocupados ayudando a su padre en el campo y a su madre en la cocina; o mi pantalla no se veía; o —¡la peor de todas!— a lo mejor mi clase no era interesante. Entonces se me ocurrió mirar el chat y las conversaciones se volvieron de repente bidireccionales: había puesto a los niños en modo silencio. Empezaron a compartir sus problemas en el chat.

Por mi parte, la variedad de sonidos me distraía, pero me di cuenta de que debía dejar de hacer varias cosas a la vez y centrarme, y transmitir esto mismo a mis estudiantes. Finalmente, les enseñé una destreza intelectual de orden superior, la atención plena.

Cuando sientes que la respuesta es insuficiente y la asistencia escasa, es posible llamar por teléfono a los estudiantes. Resulta útil una buena comunicación y convencerlos de que tienen que estudiar. Como mi país, la India, es una cultura centrada en la familia, es fácil hacer llamadas a los progenitores y conseguir que los niños vuelvan a las clases.

No obstante, el mal funcionamiento de las redes, los cargos elevados por las conexiones de datos, y el costo de los dispositivos representan un verdadero desafío. Estos se podrían superar al facilitar una red gratuita subvencionada. Las bibliotecas rurales y urbanas podrían convertirse en salas virtuales con computadoras portátiles, tabletas y conexión a Internet. Cuando el aprendizaje es gratuito, cualquier persona tiene poder para llegar a donde desee.

Dra. Neeru Arora

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Este artículo forma parte de la campaña #VocesdeDocentes del Equipo Especial sobre Docentes, cuyo propósito es poner de manifiesto las experiencias de los docentes que trabajan cada día para asegurar que sus estudiantes siguen beneficiándose de una educación de calidad, a pesar de la pandemia de COVID-19. Para participar, visite la página que hemos creado a tal efecto.

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  • 09.05.2020

Propulsar la enseñanza durante una pandemia mundial

Desde el inicio de esta pandemia mundial, mis objetivos han sido ayudar a proteger la salud y el bienestar de mis estudiantes, mantener cierta continuidad en la rutina y satisfacer sus necesidades de aprendizaje. Durante mi proceso de adaptación y evolución, mi respuesta docente se ha regido por cuatro principios básicos:

  • Evitar complicaciones. Pedagogía y relaciones en torno a las herramientas tecnológicas.
  • Reducir el aprendizaje a lo esencial.
  • Centrarse en mantener las conexiones y las relaciones, ya que esto es lo importante.
  • No estresarse por realizar evaluaciones exhaustivas.

Soy consciente de que a distancia no es posible reproducir fácilmente las experiencias de aprendizaje que diseño para las clases presenciales. En poco tiempo he aprendido a utilizar las herramientas disponibles de aprendizaje en línea; a equilibrar las conexiones y la colaboración sincrónicas y asincrónicas (si ha visto alguna vez un vídeo en YouTube durante 60 minutos, ¡seguro que entiende qué intento evitar!); y a generar confianza y cultivar la participación en un entorno en línea.

Al principio de la semana, publico las instrucciones de aprendizaje en el sistema de gestión del aprendizaje de la escuela. Tras una reunión semanal de comprobación por videoconferencia, facilito una serie de indicaciones o proyectos breves; las clases se dividen en grupos de tutoría en línea más pequeños por paneles de discusión; y se especifican las horas de oficina dedicadas a responder preguntas y hacer comentarios.

La transición ha sido todo un desafío, y los esfuerzos sobrehumanos realizados por el conjunto de la profesión docente mundial en circunstancias difíciles han sido impresionantes. Ha habido dificultades iniciales y he confiado en mi criterio profesional. Al fin y al cabo, estoy aprendiendo a utilizar la tecnología a distancia en medio de una pandemia mundial.

Durante la primera semana, la curva de aprendizaje fue pronunciada; es preciso gestionar la fatiga relacionada con el entorno virtual, y yo he tenido que replantearme el modo de interactuar con los estudiantes y entender su experiencia. Es realmente importante conectar con los estudiantes en línea y diseñar tareas que sean interactivas. Las cosas son más fáciles una vez adquirido el conocimiento requerido al principio.

Mis estudiantes también están adaptando su manera de aprender y esto ha supuesto un ajuste enorme. Su actitud ha sido magnífica, han demostrado independencia y han desarrollado su capacidad para autorregularse y superar sus frustraciones. Cuando les he pedido que describieran con una palabra cómo se sentían respecto al aprendizaje a distancia, he recibido respuestas como “neutral”, “abierta”, “curioso”, “diferente”, “interesante”, “emocionante”, “aislado”, “relajante”, “flexible” y “indecisa”.

Los progenitores han sido modelos de paciencia y compañerismo, como queda patente en los dos ejemplos siguientes de correos electrónicos que he recibido:

“Estamos profundamente agradecidos por todo lo que la escuela está haciendo por mantener a nuestros hijos conectados y que sigan avanzando. Gracias a todo el personal por su extraordinario trabajo”.

“Nuestros tres hijos han tenido que adaptarse a un entorno de aprendizaje cambiante sin que nosotros estuviéramos presentes físicamente para apoyarlos. Pese a la rapidez de los cambios en el entorno, lo han llevado muy bien y me enorgullece su resiliencia y la actitud positiva que muestran en estos momentos difíciles. En gran medida, atribuyo la facilidad del período de transición al enfoque y el apoyo de la escuela”.

Estoy ofreciendo oportunidades a los progenitores y estudiantes para que faciliten comentarios durante el proceso de desarrollo y ajuste de mis técnicas de enseñanza a distancia. Mis competencias docentes están evolucionando y yo estoy disfrutando del estímulo, compañerismo y creatividad presentes durante esta empinada curva de aprendizaje profesional.

Cameron Paterson

Cameron Paterson fue uno de los finalistas del Global Teacher Prize de la Fundación Varkey.

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Este artículo forma parte de la campaña #VocesdeDocentes del Equipo Especial sobre Docentes, cuyo propósito es poner de manifiesto las experiencias de los docentes que trabajan cada día para asegurar que sus estudiantes siguen beneficiándose de una educación de calidad, a pesar de la pandemia de COVID-19. Para participar, visite la página que hemos creado a tal efecto.

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  • 31.03.2020

Resistir: la enseñanza en tiempos de la COVID-19 #VocesdeDocentes

Me llamo Michelle y vivo en Bangkok (Tailandia). Enseño 10.º curso de idioma inglés y comparto la asignatura de Sociedades de 7.º curso. También asesoro en un club de servicio. Mis estudiantes tienen entre 12 y 16 años.

La vida como docente internacional requiere mucha flexibilidad para trasladarse a un país, cultura y escuela diferentes. No obstanteninguna experiencia me ha exigido tanta voluntad de adaptación y evolución profesional como el confinamiento en mi apartamento y la necesidad de reinventar mi enfoque en el aula.

La enseñanza digital ha sido mucho más fácil de lo que pensaba. Para ser franca, ha impulsado mi práctica y mi planteamiento en el aula de maneras incontables, y todavía sigo viendo la repercusión. Este aspecto hace que me sienta agradecida. ¡Siempre hay un lado positivo! Pero también hay otros que no lo son tanto.

EL DESMORONAMIENTO GRADUAL

Llevo dos semanas confinada en mi apartamento y, según las últimas noticias del Gobierno, nos queda un mes más como mínimo. Tengo dos hijas y una de ellas está conmigo, e intentamos distraernos la una a la otra entre clase y clase. La mayoría de nuestras amistades y seres queridos están en otros países, y a veces el sentimiento de soledad absoluta te invade inesperadamente. No sé cuándo veré a mi hija mayor otra vez, y no puedo protegerla desde la otra punta del mundo. Además, esta mañana me comunicaron por teléfono que mi madre, que padece de Alzheimer, está en cuidados intensivos con neumonía. Han detectado una masa en sus pulmones y es posible que tenga COVID-19.

No puedo ni imaginarme lo asustada y sola que debe sentirse. Aunque pudiera coger un vuelo de Bangkok a Houston, no me permitirían entrar al hospital para verla. Como muchas otras personas, estamos confinadas y sin posibilidades de encontrarnos. Creo que ese es el principal motivo de estrés para mí, no tengo ningún control de la situación.

Hasta que mi madre cayó enferma, nada me parecía demasiado difícil, pero se han ido acumulando la preocupación por las personas que quiero, las noticias continuas, los mensajes de correo electrónico de la escuela, los mensajes de los estudiantes plagados de ansiedad y temor, y la necesidad de aprender nuevas plataformas y soluciones tecnológicas. Como docente, me resulta difícil aceptar la falta total de control sobre lo que me rodea. La incapacidad para crear un espacio totalmente seguro para mis estudiantes, mis hijas e incluso para mí misma. Una serie de cosas me han ayudado a afrontar esta tormenta y las comparto con ustedes a continuación. Confío en que encuentren algo que también les resulte útil.

CONSEJOS DESDE EL CONFINAMIENTO

Relajarse

Respire profundamente y recuerde que, independientemente de la situación, usted sigue siendo esa o ese docente magnífico que era antes del cierre de la escuela, y lo seguirá siendo. Su estrés y preocupación por cómo va a seguir enseñando hoy demuestran su dedicación y compromiso con llegar hasta sus estudiantes.

Volver a empezar

Sus estudiantes están adaptándose no solo a su clase y estilo de enseñanza digital nuevos, además tienen que adaptarse a todos los demás docentes y sus nuevos métodos. Plantee la primera semana como haría con la semana inicial de un año académico cualquiera. Explique las expectativas, defina los límites, conozca a los niños en este nuevo medio, y encuentre una norma y un equilibrio nuevos.

Ralentizar el ritmo

La mayor sorpresa para mí fue el poco trabajo que mis estudiantes conseguían completar en la misma cantidad de tiempo. Incluso cuando los retenía en Zoom conmigo para que terminaran una actividad, tenían muchas dudas y dificultades para terminar la tarea. Damos por sentado que son magos de la era digital porque viven pegados a sus dispositivos todo el día, pero no tienen más experiencia que nosotros con este formato de enseñanza, y necesitan tiempo.

Precisión absoluta

Analice sus lecciones y decida cuáles son los componentes más importantes que sus estudiantes deben controlar, y céntrese en esos elementos cruciales. Añada el resto si tiene tiempo, pero, primero, aborde el corazón de los temas con una precisión absoluta, y cumpla esos objetivos.

Terminar la jornada laboral

No caiga en la trampa de confundir el tiempo de ocio con el tiempo de trabajo. El hecho de que haya trasladado el trabajo a su casa no implica que este deba dominar su vida. Tanto usted como sus estudiantes necesitan mantener una salud mental y emocional óptima en estos momentos. Haga descansos, termine la jornada, y no deje que la situación se adueñe completamente de su vida. Usted también está viviendo esta crisis, y también tiene necesidades mentales, físicas y emocionales. Atienda a esas necesidades primero, con el fin de que tenga algo que ofrecer a sus estudiantes cuando lleguen a la semana 3, 6 o 10 del cierre de las escuelas. ¿Están confinados? Celebre una noche de juegos o una cena con amigos en Zoom. Pasee. Viva su vida. Le hará falta para seguir adelante.

Contactar

Recuerde que no está sola o solo. La mayoría de docentes se encuentran en la misma situación y todos estamos intentando resolverla. Únase a un grupo en el que pueda encontrar recursos y asesoramiento de otros docentes, como Educator Temporary School Closure Community. No utilice Zoom solo con sus estudiantes, reúnase con sus compañeros de trabajo para ver qué están haciendo. No piense que es la única persona que está teniendo dificultades con la situación, todos y todas nos estamos adaptando y cooperando como nunca antes.

Buscar apoyo

Al final, todos saldremos de esta mejores docentes, tras las innumerables horas de autoestudio dedicado al desarrollo profesional y todos los nuevos sistemas a los que nos estamos adaptando. Encuentre a sus compañeros docentes y aprenda de ellos, enséñeles lo que sabe, y formen un frente unido. Demuestre a sus estudiantes el verdadero significado del amor constante por el aprendizaje e invítelos a que le acompañen en esa aventura.

Michelle Overman

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Este artículo forma parte de la campaña #VocesdeDocentes del Equipo Especial sobre Docentes, cuyo propósito es poner de manifiesto las experiencias de los docentes que trabajan cada día para asegurar que sus estudiantes siguen beneficiándose de una educación de calidad, a pesar de la pandemia de COVID-19. Para participar, visite la página que hemos creado a tal efecto.