Después de más de 18 meses de cambios en lo que respecta al cierre de las escuelas y la enseñanza remota e híbrida, en el Día Mundial de los Docentes de 2021 se exalta al personal docente y se reafirma su papel esencial para que la educación siga siendo un servicio vital que se presta a todos los niños y niñas y un derecho humano fundamental.
A fin de fundamentar mejor las decisiones y las políticas de las partes interesadas del sector educativo, es imprescindible comprender la situación de la docencia en el mundo a través de mediciones puntuales y del uso de estadísticas comparables a escala internacional que permitan determinar las brechas y las oportunidades. Por ello, el Equipo Internacional Especial sobre Docentes para la Educación 2030 ha publicado una hoja informativa sobre el Día Mundial de los Docentes 2021 y un informe de políticas basado en las recientes conclusiones del informe Estudio internacional de tendencias en matemáticas y ciencias (TIMSS, por sus siglas en inglés)* con el fin de arrojar más luz tanto sobre las necesidades que tiene el personal docente, como sobre la necesidad de docentes.
Los datos que figuran en estos documentos reflejan una necesidad imperiosa de revaluar la importancia del personal docente y de mejorar el perfil de la profesión. En 2016 se calculó que harían falta 69 millones de docentes más para garantizar la educación primaria y secundaria universal de aquí a 2030 (meta 4.1 de los ODS), y que queda mucho por hacer para mejorar la cualificación del personal docente, sus condiciones de trabajo y su situación. Además, la crisis de la COVID-19 todavía no ha terminado, lo que significa que siguen existiendo necesidades relacionadas con la pandemia, como la vacunación de docentes y el desarrollo profesional para ampliar la enseñanza remota e híbrida tanto actualmente como en el futuro. Es necesario garantizar que el hecho de atender estas necesidades no suponga un detrimento del progreso alcanzado hasta ahora.
En muchos los países, para lograr la recuperación de la educación se necesitan más docentes
Aunque el número total de docentes de educación primaria y secundaria a escala mundial haya aumentado un 41% entre 2000 y 2020, sigue habiendo muy pocos docentes para satisfacer las necesidades actuales y crecientes. Este es el caso en particular de África Subsahariana, donde actualmente se necesitan 4,1 millones de docentes más para conseguir la educación primaria y secundaria universal: casi 1 millón en la educación primaria y 3,3 millones en la educación secundaria. Es urgente tomar medidas para abordar esta escasez, pues, como indica la nueva investigación del Equipo Especial sobre Docentes, se prevé que continúe aumentando hasta los 11,2 millones en 2025 y los 15 millones en 2030, debido al crecimiento de la población en edad escolar y las suplencias necesarias para cubrir el abandono de docentes. Las necesidades son mayores en la República Centroafricana, el Chad, Malí, el Níger y la República Unida de Tanzania, donde solo para cumplir la meta de la matriculación plena en la educación primaria y secundaria de aquí a 2030 se necesita un crecimiento anual de más del 5% en el número de docentes.
La tasa de abandono de docentes (es decir, docentes que deciden abandonar la profesión) sigue siendo un factor importante que contribuye al déficit de docentes en numerosos países. El personal docente abandona la profesión por una compleja variedad de motivos, entre los que se encuentran el escaso reconocimiento social de su trabajo, la falta de oportunidades de desarrollo profesional, las limitadas perspectivas de ascender y las difíciles condiciones de trabajo. Durante un período de cinco años, la tasa de abandono de docentes de educación primaria ha alcanzado el 22% en Guinea, el 17% en Sierra Leona, el 16% en Mauritania y el 13% en Benin.
Si bien los efectos de la COVID-19 en la tasa de abandono de docentes aún no están claros, en muchos contextos la pandemia ha llevado a la contratación de más docentes para facilitar la reapertura de las escuelas, lo que ha aumentado la presión sobre unos recursos financieros y de otro tipo que ya eran limitados. No obstante, en 2021, una encuesta mundial llevada a cabo por la UNESCO, UNICEF, el Banco Mundial y la OCDE sobre las respuestas de la educación nacional al cierre de escuelas por la COVID-19 reveló que solo el 31% de 103 países contrataron docentes adicionales para la reapertura de las escuelas; se trata de una cifra que varía desde aproximadamente la mitad de los países en el caso de América Latina y el Caribe, hasta solo una cuarta parte de los países en África Subsahariana, de los cuales la mayoría son países de África Meridional.
Queda mucho por hacer para mejorar la cualificación del personal docente
Es difícil establecer una comparación internacional de las cualificaciones del personal docente, pues las normas y los programas de formación de docentes difieren ampliamente y tienen distintos requisitos previos de acceso, duración y contenido. Es necesario desarrollar nuevos y mejores indicadores para medir y supervisar las múltiples dimensiones de las cualificaciones del personal docente, de modo que se pueda comprender su calidad, su capacidad de desempeño en el aula y sus necesidades de formación adicional y de desarrollo profesional continuo (DPC).
A escala mundial, el 83% del personal docente, tanto de educación primaria como secundaria, posee la cualificación mínima exigida para ejercer como docente, pero la situación difiere según la región: en Asia Central, el 97% del personal docente de ambos niveles educativos está cualificado, frente al 67% del personal docente de primaria y el 61% de secundaria en África Subsahariana. Además, las cifras regionales no muestran las grandes diferencias que existen entre los países. En Burundi, Côte d’Ivoire, Djibouti y Mauricio el 100% del personal docente cuenta con la cualificación mínima exigida, frente al 62% en el Níger, el 52% en el Gabón, el 27% en Santo Tomé y Príncipe y el 15% en Madagascar.
El informe de políticas del Equipo Especial sobre Docentes, que se basa en los datos del TIMSS, señala que la cualificación del personal docente desempeña un papel importante en los resultados de aprendizaje. Un análisis multi-país indica que, en numerosos países, el personal docente que cuenta con un grado universitario que incluye pedagogía, que ha participado en actividades de DPC y que tiene al menos diez años de experiencia suele correlacionarse con mejores resultados de aprendizaje.
Un grado universitario es la cualificación más habitual entre el personal docente de los 64 países de ingreso alto y mediano que han participado en el TIMSS. Normalmente, el personal docente de los países de ingreso alto posee titulaciones superiores. En Chequia, Alemania, Finlandia, Polonia y Eslovaquia el 90% del alumnado de 4º curso de matemáticas tuvo docentes con un posgrado universitario. Por otro lado, en algunos países de ingreso mediano, como Armenia, Marruecos y el Pakistán, más de un tercio del alumnado contaba con docentes que solo habían completado la educación secundaria alta.
El personal docente necesita apoyo para responder a las necesidades relacionadas con la pandemia
Durante el cierre de las escuelas, los gobiernos han tenido dificultades para apoyar al personal docente en la transición a modelos de enseñanza remota e híbrida. El personal docente no solo necesita formación sobre el uso de las tecnologías, sino que también necesita apoyo específico en materia de pedagogía para la enseñanza a distancia, así como apoyo emocional y psicosocial. La encuesta conjunta de la UNESCO, UNICEF, el Banco Mundial y la OCDE muestra que el apoyo que se brindó al personal docente con mayor frecuencia fue la formación en educación a distancia. A escala mundial, en el 71% de los países se impartió formación de este tipo, pero la cifra varía desde el 100% en Asia Oriental y Sudoriental, al 45% en Asia Central y Meridional, y el 40% en África Subsahariana. En cambio, solo el 42% del personal docente de todos los países disponía de herramientas de tecnología de la información y las comunicaciones (TIC) y acceso a internet; la cifra varía desde el 67% en Europa y América del Norte, al 56% en América Latina y el Caribe, el 22% en Asia Meridional y Sudoriental, y solo el 6% en África Subsahariana.
La pandemia ha precipitado una tendencia cada vez mayor a la educación a distancia y la integración de la tecnología en la enseñanza. Sin embargo, según el informe TIMSS, el DPC para apoyar la educación en línea fue inadecuado en muchos países antes de la crisis. En todos los países, solo el 35% del alumnado de 4º curso contaba con docentes de matemáticas que hubiesen recibido formación en integración tecnológica.
Por último, para que el personal docente pueda contribuir plenamente a la recuperación de la educación, es necesario reforzar y preservar su salud y bienestar. Esto incluye darle prioridad en los planes de vacunación. Actualmente, el 71% de los países han incluido al personal docente en un grupo prioritario en sus campañas de vacunación (véase el mapa de priorización del personal docente en los planes de vacunación contra la COVID-19). Los programas de vacunación se encuentran en diferentes etapas en distintas partes del mundo, pero en algunos países que no dieron prioridad al personal docente se registran tasas muy bajas de docentes vacunados con la pauta completa; es el caso, por ejemplo, de Venezuela, con un 12%, y Argelia, con un 9%. También cabe respaldar la salud mental y emocional del personal docente, pero solo 6 de cada 10 países a escala mundial, y 3 de cada 10 en África Subsahariana, ofrecieron apoyo psicosocial para ayudar al personal docente a lidiar con la crisis de la COVID-19. La pandemia ha generado presiones adicionales para el personal docente que, en muchos casos, ya hacía frente a cargas de trabajo elevadas con un apoyo insuficiente. Para salvar esta crisis y cumplir la promesa del ODS 4, urge seguir trabajando con el fin de brindar al personal docente los recursos que necesita.
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*El TIMSS es un informe internacional de los logros de los estudiantes en matemáticas y ciencias que ayuda a entender la calidad del personal docente y su importancia para los logros del alumnado por medio de un conjunto de indicadores que contextualizan las cualificaciones del personal docente en los entornos escolares del alumnado. El nuevo informe de políticas del Equipo Especial sobre Docentes se basa en el último informe TIMSS, del año 2019, que abarcó 64 países.