Según el Instituto de Estadística de la UNESCO, hay 258 millones de niños y jóvenes no escolarizados. Resulta aún más preocupante que haya más de 600 millones de niños y adolescentes matriculados en la escuela que no están adquiriendo los conocimientos básicos. En ambos casos, se está negando a los niños su derecho a una educación de calidad.
Para poner remedio a esta crisis del aprendizaje, el mundo necesita docentes nuevos, unos 69 millones más si aspiramos a satisfacer nuestros compromisos antes de 2030.
Por este motivo, el lema elegido para el Día Mundial de los Docentes 2019 fue “Jóvenes docentes: el futuro de la profesión”. Además de ser una celebración de quienes han dedicado su vida a la transmisión del conocimiento y la formación de mentes, el Día Mundial de los Docentes brinda la oportunidad de poner de relieve las cuestiones importantes que afectan a la profesión y mantener a los docentes a la cabeza de la agenda de educación mundial.
Se busca: jóvenes docentes
El número de docentes capacitados ha disminuido desde 2013. Aplicando definiciones nacionales, el Informe de seguimiento de la educación en el mundo 2019 estimó que en 2017 solo se capacitó al 85% de docentes. Esto representa un descenso de 1,5 puntos porcentuales.
El informe Panorama de la educación de 2019 de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) ofrece una perspectiva general de la situación. Los jóvenes docentes —según la definición, menores de 30 años— representan tan solo un 25% de la fuerza de trabajo docente en todos los niveles educativos de los países de la OCDE encuestados.
En Francia, el porcentaje de jóvenes docentes en los niveles de primaria a secundaria superior era del 11% en 2017. En la República de Corea, representaban el 14% de la fuerza de trabajo docente. Chile presenta una de las medias más altas de jóvenes docentes, ya que en este país suman el 21% de la fuerza de trabajo.
La situación resulta aún más sombría cuando se considera por niveles educativos. En 2017, solo había un 13% de docentes de hasta 30 años en la educación primaria, y un 11% en la educación secundaria inferior. El porcentaje es incluso menor en la educación secundaria superior, con un 8% de docentes en dicho grupo de edad.
En África Subsahariana, el porcentaje de docentes recién contratados sigue siendo bajo en la mayoría de los países, sobre todo en la educación primaria, según los últimos datos disponibles. En Benin, este porcentaje era del 12% en el nivel de primaria. De estos docentes recién contratados, solo la mitad tenía capacitación conforme a las normas nacionales.
En Sudáfrica, el porcentaje de docentes recién contratados en el nivel de primaria era del 8%, y el 91% de estos tenía capacitación conforme a las normas nacionales. En Côte d’Ivoire, el porcentaje de docentes recién contratados en la educación primaria era del 13%, de los que el 99% tenían capacitación conforme a las normas nacionales.
Resulta aún más alarmante la proporción reducida de docentes diplomados con relación al conjunto de docentes en África Subsahariana. Este cociente era de 4,0 en Kenya; 3,7 en el Senegal; y 12,2 en la República Unida de Tanzanía.
De estas cifras podemos deducir que, en todo el mundo, las tasas de jóvenes que se incorporan a la profesión no son lo bastante altas.
Atractivo de la profesión docente para las personas jóvenes, figura 1. Fuente: Internacional de la Educación, The Global Status of Teachers and the Teaching Profession, 2018, pág. 27
¿Por qué resulta tan poco atractiva la profesión?
Hubo un tiempo en que los docentes eran profesionales respetados y a menudo servían de inspiración y modelo para las generaciones jóvenes. Pensemos, por ejemplo, en la Señorita Miel, la maestra de Matilda, la protagonista del libro de Roald Dahl al que da título; o John Keating, el profesor de inglés de ficción de El club de los poetas muertos; o incluso el Profesor Dumbledore de la serie de Harry Potter. Todos estos docentes han inspirado respeto, gratitud e incluso el afecto de innumerables lectores y espectadores.
Sin embargo, los docentes de hoy día viven una realidad muy diferente. La enseñanza se suele describir como una profesión dura e ingrata que se ejerce en condiciones de trabajo difíciles. Ya no se considera una profesión que se elige voluntariamente. En la República Unida de Tanzanía, por ejemplo, los jóvenes ya no perciben la profesión docente como una profesión respetable, sino más bien el último recurso para quienes no obtuvieron buenos resultados en los exámenes nacionales.
En su informe actualizado The Future of the Teaching Profession (El futuro de la profesión docente), la Internacional de la Educación destaca el hecho de que los docentes al principio de su carrera a veces se sienten intimidados por los encuentros iniciales con una clase.
Se enumeran incluso los aspectos que más preocupan a los docentes en formación, a saber:
- la disciplina y gestión del aula;
- los ajustes personales e institucionales;
- los métodos y estrategias de enseñanza; y
- el trabajo con estudiantes con necesidades especiales.
Según una encuesta llevada a cabo en el Reino Unido por el Sindicato Nacional de Docentes en 2017, la mitad de los docentes encuestados menores de 35 años esperaban dejar la profesión en un plazo máximo de cinco años debido a la carga de trabajo excesiva.
Así que, ¿por qué va a decidir una persona joven seguir esta carrera hoy día cuando existen tantas otras alternativas?
¿Qué podemos hacer?
Un primer paso sencillo para mejorar el atractivo de la profesión sería desarrollar y aplicar políticas docentes nacionales integrales.
El Equipo Especial sobre Docentes, en su Guía para el desarrollo de políticas docentes, recomienda que se consideren e incluyan en todas las políticas docentes trayectorias profesionales bien definidas, buenas condiciones de trabajo, y remuneración y recompensas adecuadas como medidas para motivar y retener a los docentes en la profesión. En el Reino Unido ya se está sopesando el aumento del salario inicial de los jóvenes docentes como vía para mejorar las tasas de contratación.
Benin también ha presentado un contrato en destino de 9 meses de duración para los jóvenes docentes en prácticas que incluye un salario fijo y subsidio de la vivienda que se ingresan directamente en su cuenta bancaria, además de asistencia sanitaria.
La investigación ha confirmado, asimismo, que el alivio de la carga de trabajo de los jóvenes docentes puede ayudarlos a hacer frente a las demandas de la profesión. En Kazajstán, los docentes nuevos trabajan cuatro horas menos a la semana que los ya experimentados.
Dado que los jóvenes docentes suelen citar su falta de preparación para ponerse frente a una clase, se recomienda asimismo que, al margen de la educación docente inicial, las políticas docentes incluyan una disposición relativa a un período de iniciación durante el cual los jóvenes docentes reciban apoyo dentro de la escuela por medio de mentores y redes de pares.
Según los resultados de la encuesta internacional sobre profesores, enseñanza y aprendizaje (TALIS) de 2018, el 77% de los dirigentes escolares encuestados coincidían en señalar la importancia de las mentorías al prestar apoyo a los jóvenes docentes. En Singapur, más del 50% de los docentes nuevos tienen asignado un mentor.
De modo que en el Día Mundial de los Docentes 2019, nos gustaría recordar a la comunidad internacional que, si no logramos encontrar soluciones para atraer a mentes jóvenes brillantes a la profesión, no conseguiremos subsanar el “déficit de docentes” ni cumplir el compromiso con una educación de calidad establecido en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Únase al debate
El Día Mundial de los Docentes, celebrado el 5 de octubre desde 1994, conmemora el aniversario de la adopción de Recomendación conjunta de la OIT y la UNESCO relativa a la situación del personal docente (1966). Esta Recomendación define los parámetros de referencia en relación con los derechos y responsabilidades de los docentes, junto con las normas para su preparación inicial y educación posterior, contratación, empleo, y condiciones de enseñanza y aprendizaje.
Este año, la UNESCO celebrará debates el lunes 7 de octubre en su sede de París (Francia) que reunirán a docentes en formación, jóvenes docentes, capacitadores de docentes, académicos y representantes de los jóvenes con el propósito de determinar las soluciones necesarias para atraer y retener a los jóvenes en la profesión docente.
Este blog se publicó originalmente en el blog Education for All (Educación para todas las personas) de la Alianza Mundial para la Educación a fin de conmemorar el Día Mundial de los Docentes 2019. La Alianza Mundial para la Educación es miembro del Equipo Especial sobre Docentes y forma parte de su Mesa del Consejo.