En el Brasil, donde enseño en la escuela primaria y secundaria, el 82% de los estudiantes van a escuelas públicas. Las diferencias sociales regionales han provocado que algunas personas hayamos tenido que hacer frente a situaciones particularmente adversas, pero todas las regiones encaran problemas relacionados y conectan de distinta manera.
Trabajo en una comunidad extremadamente pobre, con escasos recursos. Junto con otros docentes, he determinado cuál es la manera óptima de trabajar con estos estudiantes, teniendo en cuenta su realidad social y económica. Si bien faltan recursos de infraestructura y conectividad, la mayoría de las familias tienen dispositivos móviles, como teléfonos.
Elaboramos y publicamos una guía de estudio para llevar a casa, con directrices impresas para los progenitores donde se establecían horas distintas para la recogida de los niños a la salida de la escuela con el fin de evitar aglomeraciones que pudieran representar un peligro debido a la COVID-19. Las directrices incluían información sobre las plataformas que se utilizarían, como WhatsApp y las redes sociales, incluido un grupo de Facebook que ya había para todas las clases de la escuela.
Así que, además de las directrices impresas enviadas a los hogares, empecé a utilizar WhatsApp y Facebook con mis alumnos para difundir vídeos breves. Los vídeos les ofrecen orientación sobre cómo llevar a cabo las actividades de distintos temas, desde alfabetización digital a competencias en cálculo y solución de problemas, además de aptitudes socioemocionales, como creatividad, autocontrol y cuidado personal.
Envié a los estudiantes una serie de reflexiones y sugerencias para las actividades prácticas. Por ejemplo, fabricamos una mano robótica. Asimismo, preparé una serie de vídeos breves en los que hablaba sobre creatividad sirviéndome de la biografía de Leonardo da Vinci; y también sobre sostenibilidad y las tres erres (reciclar, reducir y reutilizar). En otro vídeo traté la importancia de la mano robótica para la industria, ya que salva vidas y ofrece calidad de vida a las personas que han perdido miembros. Por último, los animé a crear una mano robótica con cartón, cuerda y pegamento, y utilizamos un hashtag para que publicaran una foto en el grupo de Facebook una vez terminado su trabajo.
WhatsApp también es un canal útil para aclarar dudas, así que organicé turnos diarios para mis estudiantes, con el objeto de que supieran cuándo iba a estar disponible para resolver problemas y aclarar dudas. Ha resultado ser una manera eficaz de ayudarlos a continuar sus estudios.
Además de mi trabajo como docente, escribo dos columnas sobre educación en medios de comunicación importantes. He utilizado este período para dirigirme a los docentes y los gerentes de educación y escribir sobre el uso de la tecnología en la enseñanza, facilitando información sobre herramientas como Google Classroom, Zoom, Blackboard, Century Tech, y EkStep, entre otras. Asimismo, he tratado los temas de planificación; diseño y aplicación de actividades; y evaluación y enseñanza híbrida. También he ofrecido orientación sobre la grabación de clases, en la que he tratado aspectos como la modulación de la voz, secuencia didáctica, tiempo, gestión de teléfonos móviles, o sonido e iluminación, ya que la gran mayoría de docentes han preparado sus clases sin interacción alguna, recurriendo exclusivamente a los foros.
Ayudo a las familias y progenitores con consejos y sugerencias sobre cómo organizar la rutina de estudio en casa (con ejemplos prácticos) y aumentar la gama de actividades. Les transmito la importancia de elaborar listas de libros, películas y lugares virtuales, como museos. Además, ofrezco orientación sobre cómo ayudar a los estudiantes a entender si han conseguido alcanzar todos los objetivos de aprendizaje, con preguntas del siguiente tipo:
- ¿Tiene que ver el ejercicio que me ha salido mal con el contenido que he estudiado previamente?
- ¿Hubo algún factor que me distrajera del estudio?
- ¿Entendí la pregunta?
- ¿Respondí a lo que se preguntaba?
- ¿Me estudié el tema completo?
Es un período de aprendizaje nuevo para todo el mundo, y es necesario que aprendamos unos de otros, escuchemos y encontremos maneras de superar las dificultades.
Débora Garofalo es docente de tecnología en la red de educación pública y gerente de tecnología de la Secretaría de Educación del Estado de São Paulo. Además, es columnista y escribe sobre educación, ha ganado premios nacionales y se situó entre los 10 finalistas del Global Teacher Prize 2019 de la Fundación Varkey.
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Este artículo forma parte de la campaña #VocesdeDocentes del Equipo Especial sobre Docentes, cuyo propósito es poner de manifiesto las experiencias de los docentes que trabajan cada día para asegurar que sus estudiantes siguen beneficiándose de una educación de calidad, a pesar de la pandemia de COVID-19. Para participar, visite la página que hemos creado a tal efecto.